Cuando el matrimonio toca a su fin y los progenitores toman rumbos divergentes se deben tomar decisiones importantes y con un buen asesoramiento. Si la pareja tiene hijos en común y desean repartirse la custodia, habrá que elaborar un convenio regulador de custodia compartida.
Se trata de un acuerdo donde se materializa la custodia compartida. Un documento fundamental en las separaciones, que adquiere una importancia crucial, delineando los términos y responsabilidades de cada una de las partes.
La redacción del convenio requiere la experiencia y conocimiento de abogados expertos en Derecho de Familia. En este artículo vamos a explicar las claves del acuerdo y los factores determinantes para que un tribunal acepte el convenio regulador de custodia compartida.
El modelo de guardia y custodia compartida
Por si no tienes claro qué es la custodia compartida, en esencia, establece que ambos progenitores tienen el derecho y la responsabilidad de cuidar y tomar decisiones importantes sobre sus hijos (asuntos educativos, médicos y otros aspectos fundamentales). De esta manera se promueve la participación activa de ambos en la vida diaria y a largo plazo de los menores.
La guardia y custodia compartida se está imponiendo en las familias contemporáneas, principalmente porque beneficia a los hijos. Con este tipo de custodia se pueden mantener relaciones sólidas con ambos progenitores y se produce un menor impacto emocional y psicológico por la separación o divorcio. Sin embargo, por lo general los menores tienen que aceptar que habrá dos residencias y periódicamente deben pernoctar en uno u otro domicilio.
A diferencia de otras modalidades, donde hay un reparto de responsabilidades y cobertura de gastos, en la custodia compartida ambos progenitores comparten de manera equitativa las responsabilidades y el tiempo de convivencia con los menores.
Requisitos para la custodia compartida
En España desde 2011 la custodia compartida se considera la solución preferente en casos de separación o divorcio. Siempre y cuando resguarde el interés superior del menor, un principio fundamental en el ámbito de la guarda y custodia.
Aunque el Tribunal Supremo aboga por la custodia compartida como norma deseable, lo cierto es que en la práctica la custodia monoparental, generalmente otorgada a la madre, sigue teniendo mucho peso. Esto responde a diversas causas, como por ejemplo una arraigada tradición judicial o a desigualdades en la participación de los padres en las responsabilidades de crianza.
Para que no te pille por sorpresa, vamos a explicar los principales factores que ponderan los jueces al decidir sobre el tipo de custodia:
- Participación activa en las rutinas: Uno de los criterios que más interesan es si se ha formado parte activa en las rutinas diarias de los hijos desde su nacimiento. Tareas cotidianas como llevarles al colegio, asistir a visitas médicas, etc.
- Conciliación vida personal y laboral: A muchos progenitores les gustaría pasar más tiempo con sus hijos, pero en muchos casos es inviable. Hay que ser realistas y por eso se valora el horario laboral de los últimos dos años. De esta manera se puede tener una idea más objetiva de la disponibilidad, reducciones de jornada, y la opción de teletrabajo.
- Proximidad geográfica: Si se quiere optar a una custodia compartida, es importante que ambos hogares estén separados como mucho por unos 30 km de distancia. Además es muy relevante que el colegio esté en la misma área para mantener la rutina del menor.
- Coherencia en la educación: Lo ideal es que ambos progenitores sigan pautas o sistemas similares para evitar desequilibrios en la crianza del menor.
- Apoyo familiar: Contar con una red de apoyos suma puntos por así decir. Los jueces valoran de manera positiva que el progenitor tenga cerca a los abuelos, tíos, etc. Ya que le pueden echar una mano en caso de necesidad, siempre y cuando la edad y la salud se lo permita.
- Relación entre progenitores: Para obtener la custodia compartida no es requisito indispensable que exista una buena relación entre ambos progenitores. Pero, sin duda es relevante si afecta de alguna manera al bienestar del menor.
- Informe del equipo psicosocial: Se trata de entrevistas donde los especialistas analizan la interacción entre padres e hijos para emitir un informe judicial.
- Edad y número de hijos: La tendencia es no separar a hermanos y dependiendo de su edad y madurez se puede tener en consideración el deseo de los menores, en especial cuando son mayores de 12 años.
Debes tener presente que cada caso es único y que las circunstancias familiares evolucionan. Es decir, lo que se acordó para el divorcio de un amigo o hermano puede no ser válido para tu caso. Además un juez puede no conceder la custodia compartida en un momento, pero hacerlo en el futuro cuando se dan otras circunstancias.
En casos de Derecho de Familia, es crucial seguir el asesoramiento legal y, sobre todo, velar por el bienestar y desarrollo pleno de los hijos. Si tienes dudas y no quieres cometer errores, contacta con nosotros hoy mismo.
Claves del convenio regulador de custodia compartida
El convenio regulador de custodia compartida es un documento fundamental en los casos de divorcio o separación. El objetivo es que ambos progenitores compartan la responsabilidad de cuidar a sus hijos. A continuación vamos a explicar las claves de este acuerdo:
- Voluntad concertada: La base del convenio es la voluntad compartida de ambos progenitores para establecer una custodia que beneficie a los hijos.
- Detalles de la custodia: Por un lado se debe definir la residencia habitual de los hijos y cómo se organizará el tiempo entre ambas viviendas parentales. Por otro lado, hay que establecer los periodos específicos en los que los niños estarán con cada progenitor.
- Decisiones relevantes: Hay que tener presente que deberá haber consenso cuando se trate de decisiones cruciales relacionadas con la educación, la salud y otras áreas importantes para el desarrollo de los hijos. Ninguno de los progenitores tiene más derechos que el otro en este tipo de decisiones. Además habrá que definir los canales de comunicación entre los progenitores para discutir y tomar decisiones conjuntas.
- Responsabilidades financieras: Hay que definir las responsabilidades financieras de cada padre para asegurar el bienestar económico de los hijos. Es decir, aunque la custodia sea compartida, puede que una de las partes decida asumir un mayor gasto de manutención.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Por experiencia sabemos que las circunstancias pueden cambiar (mudanzas, cambios de trabajo, fallecimientos de familiares, etc). Por tanto, es importante definir un protocolo que permita modificar el acuerdo si se modifican las circunstancias familiares o cambian las necesidades de los menores.
- Evaluación del interés del menor: Como hemos comentando, es un aspecto clave, en caso de separación o divorcio con hijos se dará prioridad al interés de los niños en todas las cláusulas del acuerdo. Además, el acuerdo será revisado y aprobado por parte del tribunal para garantizar que se garantiza su bienestar.
- Planificación de vacaciones y eventos: Es probable que nunca hayas planificado tanto en tu vida, pero no queda más remedio que detallar un calendario de vacaciones, festividades y eventos especiales (bautizos, comuniones, bodas, graduaciones, etc). La distribución deberá ser equitativa, así que hay que armarse de paciencia y sentarse a negociar.
- Educación continua para los padres: Como posiblemente sea la primera vez que afrontas una custodia compartida, es recomendable que te informes todo lo posible. Interésate por la experiencia de otros progenitores de tu entorno que se hayan divorciado. Además, es recomendable recurrir a profesionales como los psicólogos que pueden ayudar tanto a los adultos como a los menores a afrontar la nueva realidad familiar.
- Evaluación periódica del convenio: Teniendo en cuenta los puntos que hemos expuesto, entenderás que resulta también recomendable acordar revisiones regulares para evaluar la eficacia del convenio y realizar ajustes según sea necesario. Son muy diferentes las necesidades y el día a día de un niño que las de un adolescente, o un joven que va a la universidad o se quiere incorporar al mundo laboral.
- Promoción de relaciones positivas: Lo ideal es que el acuerdo fomente las relaciones afectivas y positivas entre los hijos y ambos progenitores. Un entorno estable y con una relación cordial facilita mucho la transición de uno a dos hogares separados.
Aunque en el presente se mantenga una buena relación, es importante definir todas estas claves en el acuerdo, por si en un su futuro hay discrepancias que esté todo en orden.
El convenio regulador de custodia compartida debe ser una herramienta valiosa. Un acuerdo para garantizar un ambiente equitativo y saludable para el crecimiento y desarrollo de los hijos en situaciones de separación o divorcio. Dependiendo de las circunstancias, puede entrañar mayor o menor dificultad, si necesitas ayuda contacta con nuestro despacho de abogados, somos expertos en conciliación y Derecho de Familia.
Preguntas relacionadas
En régimen de custodia compartida lo habitual es una distribución equitativa al 50 %. Siempre y cuando los padres dispongan de recursos económicos similares y compartan tiempos de convivencia con el menor de manera equitativa. Cada progenitor asumirá la manutención durante su periodo de custodia. Los gastos compartidos, como los relacionados con la educación o material escolar, se dividirán por igual.
Si existe disparidad en los ingresos de ambos progenitores, la asignación podría ajustarse según la capacidad financiera de cada progenitor. En estos casos se suele buscar un reparto proporcional que refleje una equidad en el esfuerzo financiero de ambos.
La influencia de los hijos en la custodia es clave. Según el Tribunal Supremo, sus deseos y necesidades, junto con cambios legales, modelan la custodia. La Ley 15/2015 permite adaptar medidas según las nuevas necesidades de los hijos, no solo cambios en los padres. Este enfoque, respaldado por sentencias previas, destaca el interés del menor y evita rigidez en las decisiones de custodia.
Sin duda es posible, ya hay sentencias que indican que sí. Un caso reciente, resuelto por el Juzgado de Primera Instancia de Leganés, ilustra esto. El padre rechazaba la custodia compartida, alegando falta de tiempo debido al trabajo, sin embargo la madre la consideraba beneficiosa para ambos. La sentencia fue clara: acordó la custodia compartida argumentando que el padre no puede negarse si se cumplen los requisitos necesarios. Además, sugirió que el padre explore soluciones, como ayuda externa y flexibilidad laboral, para poder cumplir con sus responsabilidades parentales.