Separaciones y Divorcios

Cuando se debe afrontar una crisis de pareja, surgen una serie de preguntas urgentes sobre la custodia de los hijos, el reparto de los bienes, quién se queda con el domicilio familiar, las cuantía de la pensión de alimentos, entre otras.

Si no quieres cometer errores y necesitas un equipo de abogados que vele por tus intereses, contacta con nosotros hoy mismo. El despacho Martín-Pallarés se encuentra en Málaga capital, y está formado por un equipo de abogados con amplia experiencia en Derecho Civil y de Familia.

Una vez terminado el procesos de separación o divorcio, este tipo de casos suelen seguir generando disputas. Por ejemplo, aquellos relacionados con el incumplimiento de acuerdos, impagos de pensiones, entre otros.

Nosotros te podemos ayudar antes, durante y tras el proceso de separación o divorcio. Nos ocuparemos de cualquier problema que surja, con idea de que puedas reconducir tu vida de la mejor manera posible.

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Diferencias entre separación y divorcio

Lo que debes saber es que la diferencia principal entre la separación y el divorcio radica en el estado legal de la pareja una vez completado el proceso legal. Veamos qué sucede en cada uno de los casos:

  • Proceso de separación: Una separación implica que la pareja está viviendo aparte y ha decidido poner fin a su convivencia de manera temporal o indefinida. Sin embargo, por el momento no se va disolver legalmente el vínculo del matrimonio. A pesar de estar separados, el matrimonio sigue siendo válido, lo que significa que ninguno de los cónyuges puede volver a casarse. Es frecuente recurrir a la separación como un paso previo al divorcio, como una solución temporal para resolver problemas matrimoniales.
  • Proceso de divorcio: El divorcio es un proceso legal que disuelve oficialmente el vínculo matrimonial entre dos personas. Después de un divorcio, ambas partes quedan libres para volver a casarse si así lo desean. La disolución del matrimonio se lleva a cabo mediante un proceso legal formal y requiere una sentencia o un decreto de divorcio emitido por un tribunal competente. A diferencia de la separación, el divorcio es una resolución definitiva y permanente del matrimonio.

¿Qué pasa si mi pareja no se quiere separar ni divorciar?

Tanto la separación como el divorcio se pueden realizar de mutuo acuerdo o de manera contenciosa. Es decir, o ambos se ponen de acuerdo o la separación será por vía judicial a petición de una de las partes.

Como es lógico, lo ideal, lo menos traumático y lo más económico es realizar un proceso de mutuo acuerdo. Pero esto muchas veces no es posible, todo depende de la situación específica de la pareja y de las motivaciones que hayan llevado a la separación o divorcio.

Vamos a explicar cómo sería el proceso por ambas vías:

  • Separación o divorcio de mutuo acuerdo: En este escenario, ambas partes de la pareja acuerdan voluntariamente los términos y condiciones de la separación o del divorcio. Esto implica llegar a un consenso en asuntos importantes como la distribución de los bienes, la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y otros aspectos relevantes. Además tienen la posibilidad de compartir el mismo abogado.
  • Separación o divorcio de manera contenciosa: En caso de que no se pueda llegar a un acuerdo mutuo, la pareja puede recurrir a un proceso contencioso, donde cada cónyuge contrata a su propio abogado para representar sus intereses individuales. En esta situación, un juez toma decisiones sobre los asuntos disputados, como la división de los activos, la custodia de los hijos y los arreglos financieros. Este proceso suele ser más largo, costoso y emocionalmente agotador para ambas partes, ya que implica litigios y confrontaciones legales más formales.

Por nuestra experiencia, vemos que aquellas parejas que cooperan y colaboran de manera constructiva, aunque emocionalmente lo pasen mal, pasan por mucho menos conflictos, se desgastan menos, consiguen acortar el proceso y ahorrar dinero en abogados y procuradores.

Preguntas relacionadas con las separaciones y divorcios

¿Qué hay que hacer para divorciarse de mutuo acuerdo?

Para llevar a cabo un divorcio de mutuo acuerdo, se necesita presentar una demanda firmada por ambas partes en el Juzgado, junto con un abogado y un procurador. En ciertas circunstancias, una sola parte puede presentar la demanda con el consentimiento del otro.

Tras la admisión de la demanda, los cónyuges deben ratificar su deseo de divorcio y las medidas acordadas. El juez revisará la documentación y el convenio para asegurarse de que no perjudique a nadie. El proceso puede prolongarse si hay hijos menores o problemas con el convenio regulador.

Finalmente, el juez dictará la sentencia de aprobación o rechazo del divorcio, así como del convenio regulador.

¿Qué hay que tener en cuenta antes de separarse?

  1. Reflexiona sobre tus sentimientos y considera todas las opciones para salvar el matrimonio.
  2. Comunícate abiertamente con tu pareja y considera terapia de pareja.
  3. Busca terapia individual para el crecimiento personal y el autodescubrimiento.
  4. Planifica tus finanzas y evalúa cómo se verán afectadas por el divorcio.
  5. Cuida tu bienestar emocional y busca apoyo de terapeutas o grupos de apoyo.
  6. Prioriza el bienestar de tus hijos y comunícate claramente con ellos sobre los cambios.
  7. Documenta todos los detalles importantes de tu matrimonio antes de iniciar el proceso de divorcio.
  8. Explora opciones de mediación para resolver conflictos de manera más amigable.
  9. Planifica tu vida después del divorcio, incluyendo aspectos como vivienda, trabajo y cuidado de los hijos.
  10. Busca la ayuda de un abogado especializado en derecho de familia para comprender tus derechos y obligaciones legales.

¿Cuándo se deniega la custodia compartida?

La custodia compartida puede ser denegada por diversos motivos, principalmente detallados en el Artículo 92.7 del Código Civil. Según este artículo, se rechaza la custodia conjunta si uno de los progenitores se encuentra involucrado en un proceso penal por intentar atentar contra la vida o integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos convivientes.

Además, la presencia de indicios de violencia doméstica o de género también es causa para que se niegue la custodia compartida. Asimismo, se considera la existencia de maltrato animal o amenazas de causarlo como un factor que influye en esta decisión, especialmente si es utilizado para controlar o victimizar al otro cónyuge o a los hijos.

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