Cuando una pareja se enfrenta a la separación o al divorcio, uno de los temas más delicados y potencialmente conflictivos es la custodia de los hijos. Tanto madres que buscan mantener una custodia exclusiva, como padres que luchan por la custodia compartida, así como aquellos que consideran otros modelos como la custodia compartida 70-30, pueden sentirse perdidos y abrumados por el proceso legal.
Es en estos momentos cuando la experiencia y el apoyo de un abogado especializado en Derecho de Familia se vuelven cruciales. En Martín-Pallarés Abogados, entendemos las diferentes realidades y preocupaciones de nuestros clientes y nos comprometemos a luchar por sus intereses y el bienestar de sus hijos. Ya sea que estés buscando asegurar una custodia justa, minimizar el conflicto, o explorar alternativas que mejor se adapten a tu situación familiar, estamos aquí para ofrecerte la orientación y representación legal que necesitas.
¿Qué pasa si la madre no quiere custodia compartida?
En situaciones de separación o divorcio, la custodia compartida puede ser un punto de conflicto si uno de los progenitores, en este caso la madre, no está de acuerdo con este arreglo. Sin embargo, es importante saber que la negativa de la madre no significa que la custodia compartida sea imposible. En estos casos, la decisión recae en última instancia en un juez, quien valorará lo que es mejor para el bienestar del menor.
El juez evaluará varios factores antes de tomar una decisión, tales como la idoneidad de ambos progenitores para cuidar al niño, la edad y las necesidades del menor, y la relación existente entre el niño y cada uno de los padres. Además, se considerarán los informes del Ministerio Fiscal y de especialistas que hayan evaluado la situación familiar.
Por lo tanto, incluso si la madre no está de acuerdo, el juez puede otorgar la custodia compartida si considera que es lo más beneficioso para el menor.
¿Cuándo se deniega la custodia compartida?
A pesar de que la custodia compartida es cada vez más común, hay circunstancias en las que un juez puede denegarla. La oposición de la madre no es suficiente por sí sola para impedir este tipo de custodia. Sin embargo, hay situaciones específicas que pueden llevar a un juez a decidir en contra de la custodia compartida.
Uno de los motivos principales es la existencia de antecedentes de violencia doméstica o de género. Si uno de los progenitores está siendo investigado o ha sido condenado por actos de violencia, esto puede ser motivo suficiente para denegar la custodia compartida. Asimismo, si hay indicios de que uno de los progenitores ha cometido malos tratos contra el menor o utiliza amenazas para controlar al otro progenitor, el juez puede optar por no conceder la custodia compartida.
Otros factores incluyen la incapacidad de uno de los padres para conciliar la vida laboral y familiar, la falta de un vínculo afectivo adecuado con el menor, o que los domicilios de los progenitores estén demasiado distantes, lo cual podría afectar negativamente al niño. También se puede denegar la custodia compartida si uno de los padres demuestra una falta de implicación en el cuidado del menor o si existen discrepancias importantes en los métodos de crianza.
Factores que influyen en la decisión del juez
El juez tiene en cuenta múltiples factores para determinar si la custodia compartida es la mejor opción para el menor. Uno de los aspectos clave es la edad del niño. Los jueces suelen ser más reacios a otorgar la custodia compartida a padres de niños lactantes o muy pequeños, ya que se considera que tienen una mayor necesidad de estabilidad y apego con uno de los progenitores, usualmente la madre.
La proximidad de los domicilios de los progenitores también juega un papel importante. Si ambos padres viven cerca, facilita la logística de la custodia compartida, permitiendo al niño mantener sus rutinas y relaciones sociales sin interrupciones significativas. La capacidad de conciliación laboral y familiar de los padres también es crucial. Los horarios de trabajo deben ser compatibles con el cuidado del niño, y los padres deben demostrar que pueden gestionar sus responsabilidades laborales y familiares de manera efectiva.
La relación entre los progenitores y su capacidad para comunicarse y cooperar en la crianza de sus hijos también es un factor determinante. El juez evaluará si ambos padres pueden trabajar juntos en beneficio del niño, minimizando el conflicto y creando un entorno estable y positivo para su desarrollo.
Finalmente, la opinión del menor, si tiene la madurez suficiente, también se considera. Los niños mayores de 12 años tienen derecho a ser escuchados en el proceso judicial, y su preferencia puede influir en la decisión del juez.
¿Cómo solicitar la custodia compartida si la madre se opone?
Si la madre no está de acuerdo con la custodia compartida, el padre aún puede solicitarla a través de un proceso judicial. Este procedimiento comienza con la presentación de una demanda de custodia, o de una modificación de medidas si ya existe un acuerdo previo sobre la custodia.
Será necesario obtener un informe favorable del Ministerio Fiscal y demostrar que no existen antecedentes de violencia de género o doméstica. Además, se debe presentar un informe pericial elaborado por un psicólogo que evalúe al menor y la situación familiar. El juez revisará toda la documentación y las pruebas presentadas, y tomará una decisión basada en el interés superior del menor.
Si se cumplen todos los requisitos y se demuestra que la custodia compartida es lo mejor para el niño, el juez puede otorgarla incluso si la madre se opone. En algunos casos, también se puede establecer una pensión compensatoria para equilibrar las diferencias económicas entre los progenitores, aunque no se establecerá una pensión de alimentos en caso de custodia compartida.
En resumen, aunque la oposición de la madre puede complicar el proceso, no impide que se pueda obtener la custodia compartida. Con la adecuada presentación de pruebas y el apoyo de profesionales cualificados, es posible demostrar que este régimen de custodia es lo mejor para el bienestar del menor.
